Cualquier emprendimiento requiere seguridad en el mundo digital, incluido el tuyo. Para ello contamos con la experiencia adecuada.
Las amenazas digitales cambian constantemente y cada jornada aparecen fallas que ponen en riesgo la seguridad de tus sistemas. Un sitio web comprometido no solo puede volverse más lento, afectando la experiencia de los visitantes y tu SEO, sino que también puede ser penalizado por Google y perder efectividad en campañas de redes sociales y otros medios.
Aunque no lo percibas, tu sitio web está bajo intentos de ataque constantes por parte de ciberdelincuentes que buscan explotar cualquier falla para robar información, dañar tus sistemas o incluso extorsionarte.
Los riesgos van desde la exposición de datos personales y estratégicos hasta fraudes, suplantación de identidad y pérdida de credibilidad. Una brecha de seguridad también puede ser aprovechada por competidores para obtener ventajas indebidas.
En muchos casos, los atacantes logran controlar equipos y redes para usarlos en acciones maliciosas contra terceros. A esto se suma la presión legal: las normativas actuales contemplan sanciones severas para las empresas que no resguardan adecuadamente la información de sus clientes, además de posibles demandas por negligencia